Este castillo-fortaleza, ubicado en Roquetas de Mar y también conocido como Castillo de Las Roquetas, fue construido entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII en una torre de origen nazarí.
El objeto de su construcción fue defender la producción de sal de Las Salinas de Roquetas, debido a los numerosos ataques sufridos por la población, acosada por piratas turcos y berberiscos para robar la preciada sal.
La explotación de la sal comenzó en la época romana. Turaniana, como era llamaba Roquetas de Mar por los romanos, fue un asentamiento que se volvió muy importante debido a las industrias que se desarrollaron en torno a la sal. Productos como el pescado salado y el gárum -una salsa elaborada con pescado fermentado que deleitaba a griegos y romanos- se exportaban a Roma, constituyendo la fuente del gran desarrollo económico que experimenta este municipio en aquella época.
Después de su reconstrucción completada en el año 2.003, es un espacio dedicado a un museo, en el que hay numerosas exposiciones de pintura y fotografía.
